"Tengo 17 años y estoy muy orgullosa de que en mi vida haya una personita tan especial, de diez meses de vida: Andrés A. Zabala, mi hijo. Desde que él llegó, mi vida cambió, en todo, y eso no se va a borrar, se lleva adentro siempre... Cuando Andrés no existía, yo hacía una vida normal de adolescente: salía con amigas, iba a bailar, al colegio y me quedaba en algún lugar, llegaba tarde a casa, miraba tele hasta cualquier hora... Siento mucho que con mi pareja no hayamos podido formar una familia para Andrés. Este es un espacio para Andrés y para mí. Sabía de los riesgos de quedar embarazada, tenía información de todos lados, pero... pasó. Creía que a mí no me iba a pasar. Tenía una semana y media de embarazo y ya sospechaba porque notaba un cambio raro en mi cuerpo, pero no entendía qué pasaba. Increíble que ya hubiera una pista. Pasaban los días y esperaba una señal de no estar embarazada".
"Me compré un test de embarazo y mi pareja me apoyó para que lo hiciera. Les conté a mis amigas cuando volvimos a clase. Mi amiga Nadia me ayudó a decidirme. Cuando recuerdo ese momento, todos los recuerdos desfilan delante de mis ojos. El test dio positivo. Nos abrazamos con Nadia. En seguida quedé atónita, pero sonreí. En casa, lo llamé al papá de Andrés y le dije: "¡Hola! Adiviná qué noticia tengo para vos...". Y se puso re contento".
"En casa no podía hablar todavía, tenía miedo y dudas. Mis amigas me alentaron para que hablase con las preceptoras. Me insistían para que le contase a mi mamá pero me daban unas palpitaciones terribles. Además, no lo iba a poder esconder por mucho tiempo. Por fin, me acerqué a una psicóloga y hablé con ella. Pude contarle a mi mamá. El cuerpo se me puso tembloroso. Se lo imaginaba. Se ofreció a acompañarme si yo lo veía necesario. Todos los aceptaban, menos mi papá. «él no me hablaba. Pero dos meses antes del nacimiento, volvió a hablarme y hoy me ayuda en todo y lo cuida".
"Me hice todo tipo de estudios y me atendieron de lo mejor. No me faltó nada. Seguía estudiando, con panza y todo. Sentía todas las pataditas y movimientos, hasta que la obstetra me indicó que no fuera más al colegio para evitar cualquier accidente. Tomé licencia. Teníamos el presentimiento de que iba a ser varón, y con una ecografía lo confirmó. Llegó el día. Era jueves y me dirigía al hospital con mi mamá y con los bolsos. A la noche empezó la batalla. Comencé a llorar, me asusté: tenía seis centímetros de dilatación. Estaba sola. Una enfermera me abrazó y me calmó: "Todo va a salir bien". Me vistieron con el traje de parto. Pensé: "No podés escaparte. Hace fuerza una vez más, que ya nace Andrés". Una fuerza se apoderó de mí y... nació morado pero hermoso. Cuando lo tuve cara a cara me olvidé de todo el dolor que sentí al traerlo al mundo. Me miraba con ojitos tiernos. Llegaron el papá y toda la familia".
"Me llevé cinco materias, pero las rendí todas. Aprobé y pasé a 4º año. Andrés crecía y volví a estudiar. Tuve que pasarme al turno mañana para estar con él. Me costó mucho dejar a mis amigos de la tarde y adaptarme a nuevos compañeros. En las materias me concentro menos que antes, pero veo las cosas desde otro punto de vista, y eso para mí es bueno. Pienso esforzarme para terminar 5º. Sé que Andrés va a estar a mi lado hasta que sea una viejita, que me va a devolver todo el amor que le dedico. Aprendí mucho al lado de mi bebé. Estoy muy agradecida a todos los que me ayudaron, a mi familia, mis amigos. Gracias a mis profesores, a la escuela que me enseñó cuáles eran mis derechos."
[Como muchas otras adolescentes, luchan por llevar adelante sus tantas tareas del colegio como las maternales.
Nos sorprende que el modelo del matrimonio tradicional fue dando paso a estas nuevas familias en que los jóvenes cargan, además de la mochila en sus espaldas, una nueva mochila en los brazos, pequeña, dulce e indefensa: su bebé]
Ser una MADRE JOVEN significa que mi hijo y yo nos encontramos un poco antes... Pero para mi significa que lo amaré por más tiempo... Muchos dijeron que mi vida habia TERMINADO al tener un bebé, sin embargo, mi vida apenas empezo!!!♥ el no me quito mi futuro...me dio uno nuevo!!!♥. te amooooo hijo mio (L).Dios nos bendigo al enviarnos estos hermosos regalos que dependen al 100% de NOSOTRAS y que somos todo para ellos, si nos escogió para cuidarlos, educarlos, guiarlos y amarlos es porque sabe que lo daremos todo por ellos sin nada que perder o ganar. A nuestra edad pareciera que el mundo se derrumbara con tantas responsabilidades, pero mi hijo cada día me da mas y mas fuerzas para seguir luchando por el y por mi. Le doy gracias a dios por la bendición que me mando, por la perfección que creo en mi interior. Daniela
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